El riesgo de cubrir las dinámicas fronterizas aumenta cuando las mujeres periodistas se insertan en estas áreas para cubrir sus realidades. Y aunque no deja de ser necesario revelar al mundo la complejidad de lo que se vive en las zonas limítrofes, procurar la seguridad y el autocuidado de las equipas periodísticas es igual de indispensable. Porque sin periodistas a salvo, no se pueden contar esas historias.
Maye Primera, con más de 20 años de experiencia en la cobertura de temas políticos, migración y derechos humanos; y Ronna Rísquez una de las periodistas más reconocidas en la cobertura de seguridad y crimen en Venezuela, autora de libro sobre la banda criminal “El Tren de Aragua” , ofrecieron sus recomendaciones como investigadoras expertas en áreas fronterizas.
Ambas periodistas han enfrentado riesgos significativos en sus coberturas en distintos países de América Latina. Esto les ha brindado una comprensión amplia y detallada de los desafíos que conlleva trabajar en terrenos peligrosos. Y es a partir de esas experiencias que comparten sus aprendizajes más importantes para quienes quieran adentrarse en esas zonas.
Dinámicas y riesgos fronterizos
Ronna Rísquez resaltó la importancia de entender las dinámicas cotidianas de quienes habitan las fronteras. Puso como ejemplo las ciudades cercanas a la frontera venezolana, como en el estado Táchira, donde las personas cruzan regularmente entre países por razones de trabajo o educación. Al cubrir este tipo de áreas es esencial comprender las motivaciones y los riesgos que enfrentan estas comunidades.
Apuntó que las fronteras son espacios donde confluyen diversos riesgos, como la presencia de grupos armados no estatales, contrabando, tráfico de drogas y trata de personas. “Hay que estar conscientes de que una frontera no es un parque de atracciones, sino un lugar con dinámicas y peligros distintos a otros territorios”.
Las características de las fronteras como “lugares de paso entre países” facilitan la existencia de estas dinámicas ilícitas. Subrayó que estos peligros no son exclusivos de Venezuela, sino que se presentan en otras fronteras como la de México con Estados Unidos o la de Chile con Bolivia.
Uno de los riesgos clave es la corrupción, tanto en los funcionarios de seguridad como en los servicios de migración. “Es común que algunos funcionarios se presten para manejos corruptos, cooperando con grupos criminales o permitiendo el paso de mercancías ilícitas”, advirtió.
Autocuidado y protocolos de seguridad
Maye Primera enfatizó la necesidad de planificar cada cobertura. En su opinión, es imprescindible comparar los beneficios editoriales con lo que se arriesga al movilizarse para contarla. “Debemos preguntarnos si vale la pena asumir ciertos riesgos“, reflexionó sobre la tentación en el periodismo de buscar historias a cualquier costo.
Destacó que la seguridad no solo debe ser física, sino también digital y emocional. El autocuidado psicoemocional es fundamental para las periodistas que, al cubrir situaciones de conflicto, están expuestas al trauma.
Recordó que, durante muchos años, no consideró su propia seguridad como una prioridad. “Nunca pensaba en mi seguridad personal, creyendo que era invulnerable”, dijo. No obstante, con el tiempo comprendió la importancia de tomar medidas preventivas.
Una de sus recomendaciones claves fue la creación de protocolos de seguridad detallados, que incluyan la planificación de cada aspecto del trabajo, desde los transportes a utilizar hasta la preparación de respuestas ante posibles emergencias. Ambas ponentes subrayaron la importancia de tener un plan de evacuación, sabiendo de antemano por dónde entrar y salir de una zona de conflicto.
Seguridad emocional y apoyo psicoemocional
“Los periodistas, al igual que los bomberos o los paramédicos, vamos hacia el peligro cuando todos los demás intentan escapar (de él)”, indicó Primera, quien fue corresponsal de El País (España). Destacó la importancia de estar preparados para manejar el trauma y la ansiedad que pueden surgir al cubrir situaciones emocionalmente impactantes.
Recomendó no subestimar la necesidad de apoyo psicológico y destacó la importancia de buscar ayuda cuando sea necesario. El trauma vicario, que afecta a quienes están en contacto constante con el sufrimiento ajeno, es una realidad en este tipo de trabajo. Y puede tener consecuencias duraderas si no se aborda adecuadamente.
Para reducir sus efectos, es necesario prepararse mentalmente antes, durante y después de la cobertura. Buscar apoyo psicológico cuando se requiera, ya que las situaciones emocionales intensas pueden tener un impacto duradero.
Las investigadoras expertas coincidieron en que la empatía es esencial, pero también se debe ser consciente de los propios límites. “No somos invulnerables, y la historia que cubrimos también nos afecta”, concluyó Primera.
Mantener el foco: conseguir la información y difundirla
“No debemos perder de vista cuál es el objetivo del periodismo: informar. No se trata de demostrar cuán valientes somos o si tenemos miedo o no. El enfoque debe ser obtener información de interés público y difundirla dentro de nuestras capacidades”, acotó.
“Para mí, la vida de nadie, ni la tuya ni la de una fuente, vale una foto. Es un riesgo que pocas veces merece la pena correr”, sentenció Rísquez. La también colaboradora de la revelación de los Panamá Papers, agregó que, pese a esos riesgos, la cobertura de fronteras es valiosa y de alto impacto.
Ronna Rísquez y Maye Primera ofrecieron estas recomendaciones en la cuarta sesión sobre la seguridad y el autocuidado en la cobertura de zonas fronterizas del programa “Narrar Fronteras”. Este programa de la Red de Periodistas Venezolanas (RDPV) busca visibilizar la situación de las áreas limítrofes con una perspectiva de género y enfoque en los derechos humanos a través de la formación de periodistas. Puedes ver la tercera sesión aquí.