Mujeres más que víctimas - Gabriel Rojas

Más que víctimas: Pautas para una agenda diversificada sobre las mujeres en los medios

En Venezuela, un país con una ley que tipifica 21 tipos de violencia contra la mujer, es fácil sucumbir al relato de la “mujer víctima”. Lejos de ser una forma asertiva de visibilizar los problemas que, de forma diferenciada, afectan a niñas, adolescentes y mujeres, estas prácticas mantienen la balanza de poder desequilibrada: “ellas son débiles y vulnerables”. 

¿Cómo romper este esquema? Gabriela Rojas, profesora universitaria y directora de Sustentabilidad del Diario Tal Cual, expuso que la clave es llevar la cotidianidad a la agenda periodística.

Durante su ponencia mostró datos de un estudio global de monitoreos de medios en el que se muestra el posicionamiento de los temas en los que se mencionan a las mujeres. Destacó que cuando aparecen reseñadas las mujeres se trata de historias de violencia sexual, femicidios o en las que se les muestra en una situación de vulnerabilidad

“La mayoría de todas las historias que tienen enfoque de género se van por esa línea y muchas están asociadas a los sucesos (periodísticos). Por eso, tenemos que entrenar el músculo para llevar a pauta esos preconceptos que tenemos en la sociedad, que vivimos día a día. Esas violencias cotidianas”, dijo la fundadora y editora del impreso comunitario Entérate, quien propone un camino, un conjunto de pautas para sacar la cobertura con perspectiva de género de la sección de sucesos en los medios.

Pauta 1: ¿Cuántas mujeres son culpables?

“La culpa es de la mujer”. Es una de las primeras violencias cotidianas en el periodismo. “En casi todas las notas periodísticas las mujeres siempre son responsables de algo. Por estar presentes en el hecho o por no estarlo. Si es un caso de maltrato, es porque la madre no estaba. Si ella fue agredida, la pregunta automática es ‘¿por qué fue para allá?’. Es decir, hay una vulnerabilidad previa a cualquier hecho”, apunta la especialista.

Esta cotidianidad puede ser registrada periodísticamente. Para ellos, propuso monitorear la cuenta en redes sociales del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), durante un periodo preciso y cuantificar los casos en los que las mujeres aparecen reseñadas como responsables de un hecho violento.

Pauta 2: Calificativos normalizados

Rojas le quitó el velo a calificativos como “niña brincona”, “mala madre”, “mujer de la mala vida” que suelen ser utilizados con frecuencia en medios. 

Recordó que en el empleo de estos términos existe una violencia oculta detrás de los apodos: hay posiblemente una adolescente de 17 años expuesta, quizás, a explotación sexual. Tal vez una madre soltera con varios trabajos que lidia con la crianza en solitario, o una mujer sometida a la trata de personas.

Pauta 3: La expectativa dual

La también profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) destacó una realidad que abruma a las mujeres: ser madre trabajadora. Para ella, esto puede convertirse en una forma de violencia, como cuando se le juzga a la mujer por “trabajar demasiado” y “abandonar a sus hijos”. O, por el contrario, “ser una mantenida”. 

En ambos casos, ofreció una oportunidad de cobertura en la que se pueda calcular el ingreso económico que aporta una mujer a una familia, en cualquiera de los roles: ama de casa o empleada.

“No hay un ejemplo más claro de que vivimos en una estructura de desigualdad y de asimetría como la frase ‘ese hombre ayuda en la casa’. Se nos olvida que planchar, lavar y cocinar son parte de la vida adulta y que además son parte de las labores de cuidado que se le asignan a las mujeres, sin remuneración. Hay cálculos hechos por organizaciones y cada vez tenemos más acceso a data, sobre cuánto aporta o cuánto le resta al Producto Interno Bruto (PIB) de un país las economías de cuidado”, afirmó.

Pauta 4: El tabú del cuerpo

En el tema de la despenalización del aborto, la editora quiso poner el foco en aspectos asociados olvidados: mortalidad materna y sexualidad femenina. “Me encantaría, por ejemplo, hacerle seguimiento a las clásicas ‘tías solteronas’, que realmente lo que son unas cuidadoras eternas. 

“¿Por qué dejaron su vida de lado para cuidar a alguien? ¡Qué interesante sería que viéramos esos procesos generacionales y mostrar cómo hay mujeres que paralizaron todos sus procesos de vida! Vamos a entrevistar a mujeres de 60 años o 70 años y revisar cómo vivieron su vida sexual, porque son ahora más libres, se sienten más liberadas de tabúes, veamos cómo vivieron su sexualidad, qué aprendieron, qué aconsejan”, exhorta Rojas.

Deporte, economía y política: tres fuentes con potencial

Por su experiencia gerencial en dos medios de comunicación, la periodista afirma que el deporte, la economía y la política tienen un gran potencial para el periodismo con enfoque de género, listo para explotar. Para ella, estas fuentes están relacionadas con factores de poder, por lo que suele incomodar aún más la visibilidad de la mujer.

En el caso de la cobertura de las mujeres en la política, una clave que ofreció fue abstenerse de disminuir la trayectoria de las dirigentes al usar solo su nombre de pila: “No son nuestras amigas, ni vecinas. Usemos su nombre y apellido, porque eso marca una diferencia. Llamarlas solo por su nombre banaliza su liderazgo y hacer ver que son muchachitas jugando a la política. No es Hillary, no es ‘Maricori’, no es Cristina. Son Hillary Clinton, María Corina Machado, Cristina Kirchner”, dijo Rojas.

Ejemplos de historias sin sesgos sexistas sobre mujeres

Una apuesta temática ejemplar, según la editora de Entérate, fue la realizada por DW en español sobre la vida profesional de Ángela Merkel después de ser canciller de Alemania. En el texto se destacan sus capacidades como negociadora y visibilizan su rol en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Rojas también mostró cómo las mujeres pueden ser el centro de respuestas de la audiencia con el medio El País sobre la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo de España, Yolanda Díaz. El medio abrió el debate a sus lectores quienes interrogaron a la funcionaria y pudieron aclarar polémicas sobre la reforma de trabajo que se instauró en ese país en 2022.

“Creo que es importante que le prestemos atención a cómo esta cobertura en esas tres fuentes nos va a permitir sacar los temas con enfoque de género y a las mujeres, especialmente, de la fuente de sucesos… (Así como) de que la cobertura (sobre ellas) esté relacionada solo con temas de violencias”, resaltó la editora.

El taller “Violencia de género: mirar más allá de los feminicidios” fue parte de la quinta sesión del Semillero Violeta, organizado por la Red de Periodistas Venezolanas (RDPV), como parte de una serie de encuentros virtuales con panelistas feministas. Más expertas e innovadoras en distintas áreas comparten sus conocimientos y aprendizajes en eventos tanto abiertos al público como para integrantes de la Red. Puedes leer la nota sobre la cuarta sesión aquí. Y te invitamos a seguirnos en Instagram y Facebook.

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