Cuando Sheyla Urdaneta empezó a indagar sobre la historia de Kenni Finol, una joven zuliana asesinada en 2018 en México, su carrera dio un giro inesperado. Sus primeros hallazgos del caso como periodista del medio venezolano El Pitazo ampliaron su mirada y se convirtieron en el punto de partida de una galardonada investigación, que sirvió de inspiración para una serie documental sobre la trata de mujeres con fines de explotación sexual, en la cual tuvo un papel crucial: “El Portal: la historia oculta de Zona Divas”, estrenada en Netflix en septiembre de 2024.
“Mujeres en la vitrina: migración en manos de la trata”, el trabajo en el que participó desde El Pitazo en alianza con otros dos medios venezolanos (Tal Cual y Runrunes) y tres medios mexicanos (Pie de Página, Fusión y Enjambre Digital), recibió el Premio Gabo en la categoría Innovación en 2019. Pero más allá del reconocimiento internacional, la principal recompensa para Urdaneta fue la posibilidad de “desaprender para aprender” a mirar de una manera más crítica las historias, especialmente cuando las víctimas son mujeres.
“Ese trabajo fue para mí un antes y un después como periodista. En ese momento yo comencé a interesarme, a preocuparme, a querer hacer periodismo con perspectiva de género. Por primera vez tuve una editora de género a la que le agradezco que haya sido un parteaguas en mi vida como periodista. Ella es Lydiette Carrión, escritora del libro ‘La Fosa de Agua’, una periodista mexicana que admiro muchísimo”, cuenta Urdaneta en entrevista con Redsonadoras.
Dos años después de aquella investigación —que mostró a través de un portal espejo, una canción y una obra de teatro los vínculos entre la migración y la trata de personas con fines de explotación sexual en torno a la web Zona Divas—, Urdaneta se unió a un equipo liderado por mujeres por interés de la productora Mezcla, cuya directora, Laura Woldenberg, tenía la idea de continuar el trabajo iniciado en “Mujeres en la vitrina” desde el premio de 2019.
“Ella vio ahí, como dicen en periodismo de investigación, ‘la cola de la rata’ para jalar y seguir investigando. Entonces, en noviembre de 2021 me contacta un periodista que había trabajado también en ‘Mujeres en la vitrina’ y me pregunta si me quiero unir a este equipo. Obviamente, acepté. Yo trabajé en la investigación de todo lo que tiene que ver con Venezuela, junto a un equipo de investigación liderado por quien yo considero una de las mejores periodistas de investigación que tiene México: Karla Casillas”, añade la periodista egresada de la Universidad del Zulia.
Tres años de trabajo minucioso con equipos en México, Venezuela y Argentina les permitieron producir la serie documental “El Portal: la historia oculta de Zona Divas”. Sus cuatro capítulos profundizan en las historias detrás de los asesinatos de Kenni Finol, Génesis Gibson, Andreína Escalona y Wendy de Lima, todas venezolanas, y de Karen Grodzinski, de nacionalidad argentina, quienes llegaron a aparecer en Zona Divas, una página que anunciaba trabajadoras sexuales.
Continuar la recopilación de información, mantener contacto con las familias, ganarse la confianza de las madres y hermanas de las víctimas fueron las principales tareas de Urdaneta en el proyecto.
“Quisimos contar esta historia desde quienes sufrieron y desde quienes las amaron: voltear la mirada de esta historia, que había sonado mucho y que había tenido como foco el trabajo sexual, la trata y también los feminicidios, hacia estas víctimas y hacia quienes las amaron, conocerlas a ellas desde todo lo que sufrieron. Que pudiera ser contada desde quienes sobreviven a las mujeres que fueron víctimas de feminicidio y sobre quiénes fueron ellas fue lo más valioso”, expresa.
Para ella, explicar a las familias la intención del equipo de humanizar y abordar cada historia desde el respeto, desde sus vulnerabilidades, desde las causas de su migración y desde los hilos que las conectan —sin caer en el sensacionalismo o en la revictimización—, fue fundamental para poder realizar la serie.
“Hay una historia de vulnerabilidad detrás que te la dan los países, en este caso Venezuela, y en el caso de Argentina con la otra chica relacionada al caso Zona Divas, pero principalmente Venezuela porque ellas terminaron saliendo de su país justo en los años de la crisis económica”, agrega. “La crisis por la que estaban pasando las conecta. Ayudar a sus familias las conecta. Vivir esta situación terrible de trata las conecta. Zona Divas las conecta. Y también sus asesinatos, sus feminicidios”.
Entre riesgos y agradecimientos
Tras 21 años de trabajo en el medio La Verdad en Maracaibo, la ciudad que la vio nacer en 1974, Sheyla Urdaneta Mercado ha sido corresponsal en el Zulia, coordinadora de corresponsales y jefa de investigación en El Pitazo, medio al que se unió en 2015 y donde actualmente se desempeña como jefa de información y consultora de género. Además colabora con The New York Times y ha publicado en medios como The Guardian y agencias como AP.
Las violaciones a los derechos humanos, los casos de trata y las historias de mujeres que ayudan, atienden, acompañan y defienden a otras mujeres son los principales temas que le apasionan y que quiere visibilizar.
“Los temas de género son los que siempre quiero contar”, dice. “Y yo creo que es importante aplicar la perspectiva de género en todos los trabajos. Desde El Pitazo apuesto siempre a que sea un trabajo transversal, que atraviese todas las fuentes. En el caso Zona Divas es necesario sobre todo porque se revictimiza mucho a la mujer que es trabajadora sexual y no se termina contando qué cosas hay detrás”.
Pero abordar aquellos temas que la inspiran también la ha expuesto a riesgos y le ha dejado huellas a nivel personal y profesional.
Una cobertura en la Sierra de Perijá, en la frontera entre Venezuela y Colombia, la llevó a estar detenida durante unas diez horas en marzo de 2020. Otros trabajos le trajeron amenazas y la llevaron a resguardarse por períodos. Tras acceder a los expedientes durante la producción de la serie, su equipo descubrió —con indignación y con miedo— que el jefe del portal Zona Divas seguía en libertad.
“Te queda un dolor en el cuerpo, y no lo identificas en el fragor de la investigación sino luego cuando escuchas a sus familiares, cuando vuelves sobre eso que investigaste y eso que te contaron. Además la convocatoria de esta investigación llegó para mí en un momento dolorosísimo porque comenzó en noviembre de 2021 y justo en junio de ese año murió mi mamá por covid-19. Pero a mí el periodismo me ha salvado siempre”, destaca.
Las experiencias que acumula la han llevado a tomar con menor ligereza cualquier indicio de amenaza y a seguir con seriedad los protocolos de seguridad individual y grupal.
A ella y al equipo de la serie documental también les interesaba la seguridad del público: uno de sus objetivos con el trabajo era lograr que las historias ayudaran a prevenir la trata al brindar señales de alerta, además de relatar cómo algunas mujeres lograron sobrevivir.
Todas las historias que ha podido contar han convertido a Sheyla Urdaneta en una mejor persona y en una mejor profesional, asegura. Siente orgullo de su profesión, de las colegas de su país y de pertenecer a la Red de Periodistas Venezolanas, una iniciativa que considera como “un abrazo seguro” y un soporte que significa acompañamiento, apoyo y desahogo.
“También ha habido un antes y un después desde que el periodismo y las periodistas venezolanas empezamos a ver las historias y los temas con otra perspectiva”, señala. “A las periodistas venezolanas les quiero decir que les agradezco el trabajo que están haciendo”.