(Agosto, 2024). Si bien la cobertura de la migración puede realizarse con perspectiva de género, no siempre implica contar con una mirada desde los feminismos ni la diversidad de las mujeres y/o las poblaciones LGBTQI+. Esta falta de inclusión puede derivar en narrativas que perpetúan estereotipos y violencias que no solo deshumanizan, sino que invisibilizan las realidades de las personas migrantes.
Como parte del programa “Narrar Fronteras“, impulsado por la Red de Periodistas Venezolanas (RDPV), se llevó a cabo la segunda sesión que abordó la cobertura periodística de la migración desde una perspectiva de género y diversidad.
Cindy Espina, periodista guatemalteca especializada en migración, y Kelly Henao, abogada especialista en políticas públicas para la igualdad en América Latina, fueron las ponentes encargadas. En esta sesión virtual, las expertas compartieron sus aprendizajes y experticias tras cubrir personalmente crisis migratorias en las fronteras centroamericanas, incluyendo el conocido y peligroso “Tapón del Darién”.
Espina, además de resaltar la importancia de adoptar un enfoque feminista como periodistas, subrayó la importancia de utilizar un lenguaje inclusivo y no sexista. En contraste, invitó a implementar narrativas que no revictimicen a mujeres y personas LGBTIQ+ en tránsito, sino que destaquen su agencia y capacidad de resistencia. Así pueden ayudar a construir una percepción pública más empática y orientada al respeto a los derechos humanos.
Escucha la historia y cómo quiere presentarse su protagonista
“Es importante escuchar cómo las personas se ven a sí mismas y cómo desean ser representadas”, indicó la también investigadora en asuntos políticos y de migración centroamericanos. Destacó que esta escucha activa es fundamental para evitar la reproducción de estereotipos y para ofrecer una representación más auténtica y respetuosa con les entrevistados.
Espina compartió ejemplos de su experiencia trabajando con mujeres trans en Guatemala. Ilustró al comentar varios testimonios obtenidos en frontera cómo las narrativas que se realizan en torno a estas personas pueden ser profundamente impactantes.
Asimismo, Kelly Henao añadió a la conversación su experiencia en el Tapón del Darién, una de las rutas migratorias más peligrosas en la frontera entre Colombia y Panamá. Habló de la importancia de reconocer la agencia de las personas migrantes, incluso en contextos de extrema vulnerabilidad.
Según la abogada, las narrativas periodísticas deben ir más allá de la simple descripción de las adversidades que enfrentan y también deben resaltar sus estrategias de resistencia y supervivencia.
Por políticas migratorias humanizantes
Henao, quien realiza una tesis sobre las dinámicas de tránsito en el Tapón del Darién, describió cómo esta frontera se ha transformado en un espacio altamente securitizado, donde las políticas migratorias de contención y control generan crisis humanitarias.
La abogada explicó que, en su investigación, encontró que las niñas, mujeres y personas LGBTQ+ enfrentan vulnerabilidades específicas, no solo durante el cruce de la selva, sino también antes y después de este tramo. Compartió varios testimonios de personas migrantes de distintos países que conoció durante su estancia cerca de los albergues fronterizos.
“La instrumentalización de rutas clandestinas y peligrosas, como la selva y el mar, tiene que ver con la imposición de visas a ciertas nacionalidades como (estrategias de) control estatal”, indicó Henao.
En su opinión, las políticas punitivas implementadas en esta región, como las estaciones de recepción migratoria gestionadas por el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), son las que limitan la movilidad de las personas migrantes y contribuyen a su deshumanización. También subrayó la necesidad de que les periodistas expresen sus críticas frente a estas medidas y desmonten la narrativa estatal que criminaliza la migración irregular.
Recomendaciones para la cobertura de la migración
Ambas coincidieron en que es esencial que los periodistas y comunicadores adopten una postura crítica y ética al cubrir temas de migración. Esto implica no solo el uso de un lenguaje inclusivo y respetuoso, sino también la voluntad de cuestionar las narrativas oficiales y de visibilizar las voces y experiencias de las personas migrantes.
Algunas recomendaciones clave que brindaron en sus ponencias incluyen:
- Evitar términos alarmistas y deshumanizantes: Utilizar términos que respeten la dignidad de las personas migrantes y que no reproduzcan estereotipos negativos.
- Incorporar la perspectiva de género y diversidad: Asegurarse de que las narrativas reflejen la diversidad de experiencias y opresiones que enfrentan las mujeres y poblaciones LGBTQI+ en tránsito.
- Escuchar y respetar la voz de las personas migrantes: Priorizar la representación de las personas migrantes tal como ellas mismas desean ser vistas, evitando imponer narrativas externas que puedan revictimizarlas.
- Cuestionar las políticas de control migratorio: Investigar y exponer cómo las políticas estatales contribuyen a la creación de crisis humanitarias, y no simplemente aceptar la narrativa oficial.
- Gestionar anticipadamente el acceso a los lugares de investigación: En lo posible, obtener autorización de las personas a entrevistar en contextos securitizados y llevar consigo acreditaciones (carnés o cartas físicas) que nos identifiquen como periodistas.
- Realizar una bitácora de campo detallada: Asegurarse de respaldar toda la información obtenida para garantizar la precisión de los datos recolectados y recordar detalles importantes.
- Establecer alianzas con periodistas locales y organizaciones humanitarias: Para facilitar el acceso a información, recursos, y mejorar la seguridad, nada mejor que contar con personas y ONG que conozcan muy bien la zona a visitar, así como sus dinámicas particulares.
Por un periodismo seguro y de calidad
En resumen, la cobertura periodística de la migración, especialmente en contextos fronterizos como Venezuela, requiere un enfoque sensible, informado y comprometido con los derechos humanos. Al adoptar una mirada feminista y de género, los periodistas pueden contribuir a una comprensión más completa y humana de las realidades migratorias, y a la vez, ayudar a desmantelar las narrativas que perpetúan la violencia y la exclusión.
Tanto Espina como Henao son integrantes de la colectiva “Narrando Fronteras“, un espacio colaborativo que busca investigar y narrar las complejas realidades de las fronteras desde un enfoque feminista y con atención a las diversidades de género.
El periodismo seguro y de calidad en contextos de migración debe ser un esfuerzo colectivo, especialmente para las mujeres periodistas, quienes pueden enfrentar mayores riesgos en el ejercicio de su profesión, expresó Henao.
Puedes ver la sesión completa en nuestro canal de Youtube.