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Mujeres que resisten: Informe revela el alto precio de la desigualdad en Venezuela

Aunque la desigualdad y discriminación de género afectan a todas las mujeres en Venezuela, aquellas en los estratos socioeconómicos más bajos enfrentan las consecuencias de manera mucho más aguda. Estas mujeres no solo resisten ante enormes desafíos, sino que también demuestran una profunda resiliencia en un contexto que exacerba las dificultades que ya enfrentan.

Parte de esa realidad se plasma en el informe Mujeres que resisten: el alto precio de la desigualdad, edición 2024. Este esfuerzo de la Red de Mujeres Constructoras de Paz muestra cómo esta afectación diferenciada se presenta en las principales áreas que impactan a las mujeres: la salud, la educación y el liderazgo político y comunitario.

Para este análisis, se encuestó a 1.281 mujeres de diferentes edades y realidades económicas, en 17 estados del país (Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Delta Amacuro, Distrito Capital, La Guaira, Lara, Mérida, Miranda, Portuguesa, Sucre, Táchira, Yaracuy y Zulia). Sus respuestas complementaron los hallazgos con experiencias e información generada por otras organizaciones que tienen varios años trabajando en hacer incidencia por y para las mujeres del país.

La salud sexual y reproductiva en crisis

Uno de los aspectos centrales es la grave situación en materia de salud sexual y reproductiva. El 40 % de las mujeres menstruantes reporta no utilizar métodos anticonceptivos, una cifra alarmante que muestra el riesgo latente a embarazos no intencionados que, a su vez, perpetúa ciclos de pobreza y desigualdad.

El informe da cuenta de que 1 de cada 3 mujeres (34 %) se ha ausentado de sus labores por razones relacionadas con la menstruación, siendo el dolor la principal causa, seguida por la falta de productos de gestión menstrual y de acceso a agua limpia.

Otro de los hallazgos más preocupantes es el alto índice de violencia obstétrica. 53 % de las mujeres que han dado a luz en Venezuela reporta haber sufrido algún tipo de violencia durante su parto, un porcentaje que aumenta al 60 % en las mujeres de estratos más bajos. Estas mujeres enfrentan maltratos, negligencias y violaciones a su autonomía en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas. El sistema de salud público no cuenta con los recursos suficientes para garantizar partos seguros y dignos, lo que incrementa las probabilidades de violencia obstétrica en las mujeres más pobres.

Esta forma de violencia, que ocurre en un entorno que debería ser de protección, es invisibilizada en gran parte de la sociedad venezolana, a pesar de las leyes que reconocen su existencia y la prohíben.
Revela el informe que son también las mujeres de menos recursos quienes más prejuicios y estereotipos sexistas sostienen, lo que se explica por la falta de acceso a educación y también por las desiguales responsabilidades que tienen en el hogar.

Las tareas de cuidado no remunerado, el gran bastión de la desigualdad

Las diferencias entre la cantidad de horas que le dedican hombres y mujeres a las tareas de cuidado del hogar y crianza aumentan notablemente cuando se trata de hogares de estratos más bajos. El estudio hace mención destacada a la participación política y comunitaria de las mujeres venezolanas. A pesar de que el 94 % considera necesario un cambio político en Venezuela, las de estratos socioeconómicos bajos enfrentan mayores barreras para su participación activa. Solo el 25 % está involucrada en actividades políticas o comunitarias, en comparación con el 35 % de las mujeres de clases más altas.

Las dificultades económicas, la falta de acceso a educación y la limitada representación política son algunos de los obstáculos que dificultan su participación. Además, el 21 % de las mujeres de estos estratos expresó temor a represalias por votar libremente, lo que refleja un entorno de coacción y vulnerabilidad que afecta directamente su capacidad para influir en los procesos democráticos.
La encuesta revela que, aunque el 99 % de las niñas y adolescentes en Venezuela están inscritas en el sistema educativo, solo 58 % asiste diariamente a clases, una cifra que es aún más baja en los estratos socioeconómicos más bajos, donde la asistencia diaria se reduce al 47 %.

Factores como la falta de maestros, la suspensión de clases y la inseguridad económica continúan afectando el acceso a una educación de calidad. Tal y como mencionamos en el informe pasado, con este trabajo no queremos limitarnos a documentar la situación actual, sino también concienciar sobre la necesidad urgente de tomar medidas que brinden apoyo y oportunidades a las mujeres en Venezuela reconociendo las diferentes condiciones que sufren aquellas con menos recursos y cuán importantes son para la reconstrucción del país.

La Red de Mujeres Constructoras de Paz es una alianza entre líderes comunitarias, activistas y periodistas de Venezuela, que tiene como objetivo aportar registros y contenidos para el reconocimiento y la visibilización de la desigualdad de género, y también en la sensibilización sobre temas fundamentales relativos a las mujeres.

Mujeres periodistas detenidas en Venezuela

Autoridades venezolanas detienen a mujeres periodistas en medio de la represión postelectoral

“¿Ustedes van a matar a mi hija? ¿Ustedes le van a hacer daño a una muchacha inocente porque no me pudieron agarrar a mí?”. Esas son las palabras de Xiomara Barreto, activista social y dirigente del partido opositor Copei, en una grabación de audio publicada en redes sociales el pasado 25 de agosto de 2024. 

Barreto es la madre de Ana Carolina Guaita Barreto, reportera del portal noticioso en línea La Patilla, a quien detuvieron autoridades venezolanas en las afueras de su casa el 20 de agosto, en el estado La Guaira, en el litoral central de Venezuela. 

Guaita Barreto es la tercera mujer periodista detenida en la ola de protestas que estallaron tras las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio. También, es una de las 230 mujeres detenidas en el marco de la represión ejecutada por el Estado, según datos de la organización de derechos humanos Foro Penal.

Los familiares de Guaita Barreto dicen que su detención fue una retaliación en contra de sus padres, quienes apoyaron la campaña electoral del opositor venezolano Edmundo González Urrutia.

“Tengo a mi hija de 32 años como rehén del gobernador [José Alejandro Terán]”, continuó Barreto en la grabación de audio. “Les pido que dejen a mi hija en libertad”. 

Ana Carolina Guaita Barreto, reportera del portal noticioso en línea La Patilla, detenida por autoridades venezolanas en las afueras de su casa el 20 de agosto. (Foto: La Patilla)

Mujeres periodistas acusadas de terrorismo sin pruebas

Su hermano, Carlos Guaita, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) que sus familiares pudieron visitar a Guaita Barreto en detención después de no saber de su paradero durante ocho días. Compareció ante el Ministerio Público y se le acusó de asociación para delinquir, terrorismo y actos violentos.

Una representante de la Red de Periodistas Venezolanas (RDPV) dijo a LJR sentir una profunda preocupación ante la creciente persecución dirigida contra mujeres periodistas. 

“Han sido objeto de detenciones arbitrarias y acusaciones como terrorismo e instigación al odio”, dijo la vocera de la red, que pidió no ser identificada por temor a represalias. “Estas acciones no solo son injustas, sino que además violan flagrantemente el debido proceso, privando a las detenidas de su derecho a una defensa adecuada”. 

Mujeres periodistas son también víctimas de censura, estigmatizaciones y agresiones físicas y verbales. El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS) registró, entre el 29 de julio y el 4 de agosto, 79 vulneraciones a la libertad de prensa. De estas, 23 fueron contra mujeres.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó, el 27 de agosto, medidas cautelares a favor de Guaita Barreto, diciendo que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable.

Otros casos contra periodistas mujeres

La reportera Deysi Peña también se encuentra en prisión y se le acusa de terrorismo, incitación al odio, resistencia a la autoridad, vandalismo y otros crímenes, de acuerdo con el grupo activista juvenil Sin Mordaza.

Peña fue detenida por tomar y publicar fotos en sus redes sociales sobre una protesta el 30 de julio. En un video publicado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), la hija de Peña dijo que Peña era la cabeza económica del hogar y que sus dos hermanitos menores de 7 años no paran de preguntar dónde está su madre.

“Mis hermanos y yo solo queremos a mi mamá de vuelta a casa porque informar no es un delito”, dijo Bárbara Canino Peña en el video publicado el 6 de agosto. Otra periodista mujer que sufrió detención, luego de la elección, fue la reportera de espectáculos Carmela Longo

El 20 de agosto, Longo fue despedida del diario de tendencia oficialista Últimas Noticias. Cinco días después miembros de la policía nacional allanaron su vivienda, se la llevaron detenida, y la acusaron de terrorismo e incitación al odio, según el SNTP.

Preocupación por condiciones de detención

En Venezuela, la vida en la cárcel está marcada por el hacinamiento, la falta de acceso a servicios básicos, y la violencia de género, según ha afirmado el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), una ONG que defiende los derechos de los presos.

De acuerdo a la OVP, las mujeres privadas de libertad en Venezuela corren el riesgo de recibir tortura física y psicológica, e inclusive negación de atención médica adecuada. 

En el caso de Peña, se encuentra recluida en una cárcel de mujeres en Ocumare del Tuy (estado Miranda), a tres horas de su residencia familiar. Esto dificulta y aumenta los costos del traslado de sus familiares al lugar, de acuerdo al SNTP.

Por su parte, Guaita Barreto sigue detenida en la Dirección de Seguridad de la Gobernación de La Guaira en un espacio apartada de la población reclusa.

“Nos dijo que no ha sido agredida ni física ni psicológicamente y que le están dando sus comidas diarias. Dentro de lo malo, ‘está bien’”, dijo su hermano a LJR.

La vocera de la Red de Periodistas Venezolanas dijo que las mujeres periodistas, activistas y políticas detenidas se enfrentan a vulnerabilidades exacerbadas en Venezuela. 

“Hay que sumar los riesgos de violencia sexual y de sufrir de desatención de necesidades básicas relacionadas con la salud menstrual y la salud sexual y reproductiva”, dijo la vocera de la red. “La escalada de violencia y persecución estatal que enfrentamos como periodistas no solo vulnera nuestros derechos como comunicadoras, sino que también tiene un impacto devastador en nuestra salud mental y física”.

Redacción: Katherine Pennacchio.

Foto referencial. Crédito: Sergio Ortiz Barbolla/WOLA.

Nota original publicada en Latam Journalism Review del Centro Knight para el periodismo en las Américas.

presas políticas detenidas

Presas políticas y detenidas: el Estado venezolano criminaliza injustamente a mujeres y también a adolescentes

Hasta el 13 de agosto de 2024, la ONG Foro Penal contabilizaba 182 mujeres detenidas en el marco de la represión ejecutada por el Estado venezolano después de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Entre las detenidas se encuentran una fotoperiodista con dos hijos pequeños, una adolescente de 16 años estudiante de música y una mujer de origen humilde de 43 años.

“Informar no es un delito”, dice aguantando el llanto Bárbara Canino Peña (17) en un video publicado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) el pasado 6 de agosto y compartido por diversos medios. Lo dice porque su madre, Deysi Peña, reportera gráfica con 20 años de trayectoria, fue detenida y, actualmente, se encuentra recluida en una estación policial, tras la cobertura que hizo de las elecciones presidenciales en la entidad. 

De acuerdo con el testimonio de Canino Peña, a su madre la detuvieron a las 6:00 a.m. en la estación de servicio Los Nuevos Teques, municipio Guaicaipuro, Miranda. Los efectivos no tenían orden de aprehensión y tampoco brindaron información alguna sobre los motivos por los cuales la detenían, o hacia dónde se dirigían con ella. 

Tras seis horas de búsqueda desesperada, dice Bárbara, finalmente la ubicaron en la estación policial del municipio Tomás Lander en Ocumare del Tuy, a más de tres horas de su residencia. 

Además de hacerse cargo de su propia bebé de diez meses, Bárbara está al cuidado de los otros hijos de Deysi, sus hermanos menores de siete años que “no paran de preguntar día y noche” dónde está su mamá. Peña, quien además de reportera es cabeza de hogar, forma parte de las siete personas trabajadoras de la prensa, detenidas en el marco de las recientes protestas y acusadas de “terrorismo”. Es la única mujer de ese grupo. 

Sin embargo, así como ella, hay otras 182 mujeres detenidas por el Estado en el marco de estas protestas, de acuerdo con datos recopilados por el Foro Penal, la ONG que desde hace años ayuda con acompañamiento jurídico a personas privadas de libertad por razones políticas. 

El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) alertó a través de una publicación en su sitio web,  preocupantes circunstancias en las que estarían viviendo las mujeres privadas de libertad a raíz de la represión post-electoral. Específicamente se refirieron a unas 70 mujeres que están detenidas en el Centro de Formación para Procesadas Femeninas “La Crisálidas” de Miranda, y que de acuerdo con información suministrada por sus fuentes, son “sometidas a tratos inhumanos que van desde la tortura física y psicológica, hasta la negación de atención médica adecuada”. 

El OVP indicó que “las mujeres estarían siendo recluidas en grupos de diez personas en cada celda, y solo les dan un tobo o balde de agua para que todas puedan satisfacer sus necesidades básicas y de higiene”. 

La organización denuncia que las reclusas carecen de alimentación balanceada y sufren ataques por parte de la directora de le institución, que consisten en baños con agua fría, amenazas, tortura psicológica y constante uso del calificativo “terroristas”. Asimismo, las mujeres visitantes o familiares de las privadas de libertad también son sometidas a “requisas de naturaleza invasiva”, según lo que han confirmado en OVP:  “deben desnudarse y agacharse para que una custodia revise sus partes íntimas”. 

Presas políticas que no ejercen cargos políticos 

Aunque la mayoría de personas que fueron detenidas recientemente tienen alguna vinculación con los partidos políticos opositores, a otras solo se las llevaron por ejercer su legítimo derecho a la protesta, o por estar en el lugar y momento equivocados. 

Es el caso de la adolescente, Victoria. Su madre, Carmen Morillo, aparece en un par de videos suplicando que liberen a su hija en las redes sociales del Foro Penal. Cuenta que Victoria, de 16 años, fue detenida el 29 de julio junto a su prima Eli, de 25 años. Durante días no supo nada de ella, solo que finalmente la recluyeron en un centro para menores de edad. 

“No sé si come, no sé si duerme. Sufre de cólico nefrítico. Temo por la integridad de mi hija”, decía la madre en uno de los videos. Para este 14 de agosto Carmen Morillo confirma en entrevista para este medio que pudo verla y dice que está “bien”,

Victoria debería empezar este año su último grado escolar. Además del colegio, estudia música en la Orquesta Sinfónica local. Le gustan los instrumentos de cuerdas: el cuatro y la guitarra, sobre todo. También le interesa el modelaje y el maquillaje artístico. Así lo dice su hermana en un emotivo video que difundió entre sus amigos y que hoy su madre comparte para seguir presionando por su libertad. 

Tanto en el video, como en las fotos que corren junto a la etiqueta #LiberenaVictoria, se puede ver su rostro inocente. Carmen Morillo califica a Victoria como una chica “tranquila, responsable” y también destaca que tiene “muchos sueños y ambiciones”. Victoria es una adolescente que en sus tiempos libres compone canciones, a quien el Estado venezolano hoy acusa de “terrorismo”. Su madre solo pide que la liberen. “Quiero tener a mi hija en casa”, insiste.

La palabra “libertad” es terrorista

El 1 de agosto, habitantes de los Valles del Tuy eligieron una forma singular para salir a las calles a protestar. Escribir la palabra “Libertad” en la calle, utilizando para ello las harinas que vienen en sus cajas del CLAP. 

CLAP es un programa que desde el 2016 distribuye alimentos a través de comités locales. Ha estado rodeado de varias polémicas no solo de corrupción, sino también por la escasa calidad de los productos, y por ser utilizado como una forma de presión y control social: quien no apoye a Maduro, no recibe alimentos. 

Dioris Zárraga, habitante de un barrio popular en Ocumare del Tuy, fue detenida luego de esa espontánea forma de protesta. Es decir, Dioris fue arrestada por escribir «Libertad» con la harina de la caja Clap en el concreto del suelo.

Las fotos compartidas por los cuerpos de seguridad la muestran de espaldas, esposada como una criminal de peligro. Su arma, un celular.

Las adolescentes y mujeres detenidas en Venezuela enfrentan un riesgo elevado de sufrir abusos sexuales durante su reclusión. Estas situaciones son inaceptables y reflejan la falta de protección y respeto a sus derechos humanos por parte del Estado.

Desde las organizaciones de mujeres se exige que las detenidas tengan un trato digno, que se garantice su acceso a productos de higiene menstrual, y que se respete rigurosamente su debido proceso. Se deberían tomar medidas para asegurar la integridad física y emocional de estas mujeres, y que se reconozca su derecho a una defensa justa y transparente.

La criminalización injusta de mujeres y adolescentes por parte del Estado venezolano, además de la forma en la cual están siendo tratadas durante su detención, no solo vulnera sus derechos fundamentales, sino que también expone las profundas fallas en el sistema de justicia y en la protección de las personas más vulnerables.

Así lo expone la Asociación Cauce en un comunicado que ya lleva más de 180 firmas, donde organizaciones de mujeres y activistas, exigen justicia y cese a la violencia en contra de las mujeres en Venezuela. 

Nota original en Tejiendo Redes: Constructoras de Paz en Venezuela, el sitio web impulsado por IPYS (Instituto Prensa y Sociedad) Venezuela y la Red de Mujeres Constructoras de Paz. Republicada con autorización de su autora, María Laura Chang, en Redsonadoras.com.

Datos con perspectiva brecha de género Julett Pineda

Acompañarnos en la incertidumbre

Ante el miedo y la incertidumbre generados tras las elecciones presidenciales de 2024, las venezolanas y los venezolanos se apoyan en sus redes más cercanas, en persona o vía mensajería, mientras los servicios de atención psicológica se adaptan para responder a la crisis

Cuando Ana* llegó a su casa la noche del 28 de julio de 2024, estaba tan agotada y consternada que solo quiso dormir. Había dedicado todo el día a cumplir con su labor como miembro de mesa en su centro de votación, en el estado Portuguesa, durante la elección presidencial de Venezuela. Al despertar al día siguiente y ver el conflicto que se generó tras el anuncio del primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), sintió mucho miedo por ella y por quienes también trabajaron ese domingo.

Ana vive sola: toda su familia está fuera del país. Por eso no pudo encontrar apoyo físico en sus seres más queridos. Tampoco quiso contarles muchos detalles para no angustiarlos ni exponerlos. Desde entonces, su refugio han sido sus amigos, con quienes conversa a diario a través de un grupo en una aplicación de mensajería.

“Aunque yo esté padeciendo de toda esta incertidumbre y miedo, y todo lo que conlleva ver cómo están persiguiendo personas en el estado donde vivo, y personas que estaban trabajando conmigo en estas elecciones, he buscado la forma de ser contención para otros. En situaciones como esta, en situaciones difíciles, busco ser de ayuda para los demás. Eso me ayuda muchísimo a drenar, a despejar la mente, a entender y a ver la situación desde otra perspectiva”, dice.

Cada día, los integrantes de su grupo se saludan y se preguntan cómo están ellos y sus familias. Después, cada uno va a su trabajo o a cumplir sus obligaciones. Cuando se desocupan en la tarde-noche, vuelven a hablar. Aunque saben que no todos quieren participar en las conversaciones, se aseguran de que los demás sepan que ellos están ahí para escucharse y apoyarse.

“Nos recomendamos alguna serie, alguna película, algún libro o hablamos de trivialidades del día. Buscamos no enfocarnos tanto en lo que está pasando. De por sí es bastante complejo vivirlo y sentirlo como para estar constantemente revolcándonos en el dolor”, añade. “Hay un grupito que sale a pasear en bicicleta, otros se refugian en la música o juegan videojuegos a una hora específica para tener un punto de encuentro”.

Sentir miedo o ansiedad es común en situaciones de crisis. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las situaciones de emergencia pueden causar alguna forma de malestar psíquico a la mayoría de las personas. Ese malestar puede manifestarse, además de ansiedad, como tristeza, desesperación, trastornos del sueño, cansancio, irritabilidad o ira y/o dolor. 

Venezuela no escapa a esa realidad

“Hemos perdido la tranquilidad. Estamos doliendo, estamos haciendo ese duelo de lo que teníamos y de las ilusiones, porque también se duelan las ilusiones, los sueños y la tranquilidad”, afirma Natalia*, una psicóloga coordinadora de una línea de primeros auxilios psicológicos, la cual forma parte de un servicio de atención gratuito y confidencial.

En el caso venezolano, muchas personas —como Ana— buscan la manera de apoyarse en sus círculos más cercanos: entre familiares, amigos, parejas y colegas. Mientras tanto, las organizaciones que brindan asistencia psicológica también se han adaptado para mantener, y en algunos casos ampliar, la atención en momentos de incertidumbre.

La línea de emergencia que Natalia coordina se activó durante las protestas de 2017, en los períodos más rudos de la pandemia de covid-19 (2020) y para atender a las víctimas y personal de primera línea de las inundaciones y deslaves en Las Tejerías (2022) y en Cumanacoa (2024). Ahora, en este período postelectoral, decidieron “mutar” la línea y mantenerla abierta para el manejo emocional de la crisis.

Desde el 28 de julio, tanto la línea que ella coordina como el Servicio de Atención Psicológica de la organización no gubernamental Cecodap —que atiende principalmente a niños, niñas y adolescentes— reportan que los principales motivos de consulta son la incertidumbre y el contexto del país a raíz de la elección.

“No hay prácticamente ninguna llamada que haga referencia a los resultados o lo que está pasando en concreto con lo electoral, sino a la incertidumbre. Ese es el motivo fundamental, en distintas dimensiones o en distintas magnitudes. Cómo manejo este tiempo en el que no sé qué va a pasar”, agrega Natalia.

Sensación de malestar, miedo, desesperanza, tensión en el hogar, alteraciones del estado de ánimo, síntomas depresivos o ansiosos, dificultades para dormir, hiperconexión, tristeza y pensamientos catastróficos son algunas de las consecuencias de la incertidumbre actual según los servicios de atención, y afectan tanto a niños, niñas y adolescentes como a personas adultas.

“Hemos identificado cómo la exposición a escenas de violencia, bien sea porque existen situaciones de represión cerca de su comunidad, porque han presenciado allanamientos o porque han estado expuestos a la conflictividad de este período, han producido un enorme malestar, miedo y ansiedad, entre otras reacciones. Para aquellas personas que tienen presente en su memoria los eventos de 2017 también existe una suerte de efecto postraumático”, explica Abel Saraiba, coordinador del Servicio de Atención Psicológica de Cecodap, que pudo mantener la asistencia pese a las dificultades operativas de los primeros días de tensión.

Su opinión como experto coincide con el testimonio de Rafael*, quien vive al oeste de Caracas, en una “zona caliente” donde ha visto enfrentamientos y el paso constante de personas armadas. Estas escenas han incrementado su ya existente ansiedad, por lo cual trata de buscar apoyo en su círculo íntimo y cultivar su paciencia.

“Acudo a las personas cercanas a mí. Yo me refugio en mi pareja y trato de calmar la mente un poquito con contenido banal, al ver videos en YouTube y leer otras cosas por Internet”, señala Rafael.

Entre la vulnerabilidad y la resiliencia

La población de Venezuela vive entre la vulnerabilidad, la adaptabilidad y la esperanza. Según la edición 2024 de Psicodata, un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) para evaluar las características psicosociales en el país, nueve de cada diez venezolanos presentan algún grado de vulnerabilidad.

Sin embargo, a pesar de estar expuestos al estrés por distintos motivos (económicos, de salud, personales, políticos y sociales), los venezolanos y venezolanas también son resilientes: 75% de la población tiene una capacidad moderada para adaptarse a entornos hostiles y adversos.

Para afrontar las situaciones difíciles o estresantes, algunos venezolanos se autoinculpan, otros recurren a la negación o al desahogo, mientras que muchos buscan el lado positivo de lo que ocurre y utilizan el recurso del humor: buscan el lado divertido.

El estudio, presentado apenas tres semanas y media antes de la elección presidencial, destaca que en Venezuela predomina un ambiente o clima social de miedo y ansiedad (54%) y de hostilidad (50%), pero también de esperanza (76%) y de solidaridad (60%).

Cuando existe algún problema, las personas en Venezuela sienten que han tenido apoyo de sus familias (87,8%), amigos (72,8%) y vecinos (58,4%). También refieren apoyo de organizaciones religiosas, compañeros de trabajo y otras organizaciones e instituciones educativas, sociales, culturales y deportivas.

En tiempos de crisis es común escuchar entre los especialistas en salud mental el término de redes de apoyo: en quiénes nos sostenemos en momentos difíciles. Un ejemplo es la Red de Periodistas Venezolanas (RDPV) —pensada para impulsar el periodismo feminista y para conectar a las participantes sobre ideas y oportunidades—, cuyo chat grupal en ocasiones se convierte en un espacio terapéutico para expresar emociones y sentimientos.

A una semana de la elección, una de las integrantes compartió una técnica que le había ayudado a sentirse mejor: escribir agradecimientos. En segundos, esta acción se extendió a las demás participantes y desencadenó una serie de mensajes de gratitud, una dinámica que conmovió, ayudó y enorgulleció a toda la Red.

“Cuando leo y escucho los miedos, preocupaciones, angustias y rabia de las demás, no solo pongo en perspectiva mis propias emociones, sino que también me siento parte de un grupo, de una comunidad. Aquí compartimos los dolores, pero también las alegrías. Aquí entendemos que lo que nos pasa no es personal, sino político”, manifiesta  Estefanía Reyes, cofundadora de la Red de Periodistas Venezolanas. “Las circunstancias nos han roto a todas, pero aquí nos lamemos las heridas y nos volvemos a armar para resistir un día más”.

Para María Laura Chang, impulsora de la Red y mujer migrante, formar parte del grupo y leer los mensajes de las demás le ha ayudado a sentirse acompañada, a validar sus preocupaciones y sensaciones, a evitar que sus nervios aumenten y a sentir satisfacción por la utilidad del espacio.

“He intentado traer a la Red los aprendizajes que me ha dado formar parte de otros espacios feministas y uno de esos aprendizajes tiene justamente que ver con el acompañamiento, con comprender lo que nos interpela y lograr un lugar seguro para que la que quiera se pueda expresar sin sentirse juzgada, ninguneada o menospreciada. En la red intentamos que la voz de cada una se haga sentir, y esas voces no están todo el tiempo en su ‘peak’ (al máximo). A veces llegamos a sitios densos, tristes, y para poder demostrar nuestra vulnerabilidad frente a otras se necesita también mucha valentía, mucho coraje y muchas ganas de convivir de una forma menos hostil”, asegura Chang.

El creciente temor a la persecución por lo expresado en público o en aplicaciones y redes sociales amenaza el alcance de las redes de apoyo. Algunas personas pusieron sus cuentas privadas, cambiaron de nombre o dejaron de escribir en sus redes personales. Ese miedo sigue empujando a muchos venezolanos y venezolanas al silencio, como el caso del chat administrado por Luis*, que agrupa a personas con una condición crónica de salud.

A través del chat escribían cada vez que había fallas con la entrega de medicamentos de parte del Estado, o cuando necesitaban ayuda para conseguir algún tratamiento. Desde que las autoridades del país llamaron a sus seguidores a desinstalar la aplicación WhatsApp, y tras las denuncias de revisión de celulares por parte de los cuerpos de seguridad en las calles, Luis afirma que existe “un miedo enorme” que ha llevado a muchos a autocensurarse y dejar de hablar ciertos temas.

A pesar de ello, él todavía envía mensajes de calma, de fe y de esperanza, así como algunas herramientas que les puedan servir para disminuir el estrés, siempre destacando la necesidad de resguardarse.

“Debemos tratar de drenar lo que haya que drenar y alimentar lo que tengamos que alimentar, en sentido mental y físico, porque nos pueden venir momentos duros para los que tenemos que estar preparados, manteniendo la fortaleza. Yo trato en lo posible de apoyar a las personas. Esa ayuda me nutre y me hace sentir útil para los demás”, comenta.

Para Natalia, la coordinadora de una de las líneas de atención psicológica, un factor importante a considerar es cómo apoyarnos cuando nuestras redes de apoyo más inmediatas también están impactadas por la situación. Algunas personas deciden que no quieren llamar a sus amigos “para no cargarlos más”, e incluso sienten que una interacción en una red social les incrementa su ansiedad.

Según la experta, la clave está en entender que se trata de un trabajo solidario y de discernimiento, que consiste en avisar cuándo estamos afectados, y no podemos hacer algo, o cuándo necesitamos que nos acompañen. En resumen: reconocer nuestra emoción, anunciarla y solicitar el apoyo.

“Usar proactivamente las redes de apoyo significa anunciar por qué los necesito hoy. Eso da pie a que mañana pueda ser al revés si un ser querido está en la misma situación. Con eso no quiero decir que la incertidumbre se siente un día sí y otro no, sino que no se siente igual todos los días y podemos acompañarnos en ese sentido, porque el objetivo de las redes de apoyo es acompañar”, indica la especialista.

El autocuidado y las redes de apoyo

En Caracas, José Peña también sintió tristeza el 29 de julio. Está casado, tiene un trabajo y un hijo de 4 años, por lo que intenta mantenerse en calma.

“Necesito autorregularme sí o sí”, se repite desde ese día. Se desahoga al hablar sobre la situación actual con su esposa, quien además se refugia en sus pasatiempos cuando termina su jornada laboral. Aunque se apoya en su familia, él siente que no siempre muestra su frustración, pues su hijo todavía es muy pequeño y considera que si él no está bien, su hijo tampoco estará bien.

El psicólogo Abel Saraiba —cuyo trabajo se enfoca principalmente en niños, niñas y adolescentes—, recomienda hacer énfasis en el autocuidado de los padres y madres que quieren ser de apoyo para sus familias. Según el psicólogo, convertirse en un apoyo implica primero identificar las emociones que están presentando los padres, qué estrategias tienen y qué medidas pueden implementar para el manejo del estrés, uno de los grandes disparadores de reacciones hostiles.

“Requiere que podamos mantener una comunicación abierta y fluida, incluso pudiendo reconocer con nuestros hijos cómo nos sentimos y cuál es nuestro propio estado emocional para poder comprender y conectar con el estado emocional de nuestros hijos. A veces los padres quieren dar la impresión de que siempre son fuertes y que tienen todo bajo control y no logran transmitir verbalmente que tienen miedo y están preocupados y terminan por actuar este tipo de sentimientos desde el lugar de la rabia”, expresa.

Para que las personas puedan fortalecer sus capacidades y gestión emocional, aconseja realizar acciones que produzcan bienestar o sensaciones agradables.

“Es posible que tendamos a pensar que no es tiempo para comer algo que nos guste, para ver una película o meditar, y resulta que estos elementos son de gran importancia. Si bien el autocuidado en sí mismo no va a resolver la conflictividad plena del país, sí nos permite mitigar los efectos perjudiciales que puede tener una situación de crisis”, añade.

Otros consejos para el autocuidado:

  • Crear una rutina. Esto permite que a pesar del caos externo, consigamos regular nuestra cotidianidad, que no perdamos por completo la sensación de control y que podamos tener garantizados los momentos y espacios para prácticas que son fundamentales como comer, dormir, recrearse y trabajar, entre otras. Es importante cumplir con el horario de sueño, comer en horas fijas y no descuidar la higiene personal.
  • Identificar qué cosas sí podemos controlar: controlar o regular el uso del teléfono, el tiempo que pasamos frente a la televisión o en internet, la cantidad de noticias que consumimos.
  • Informarnos pero con límites. No alejarnos del todo de las noticias, pero sí administrar cuánta información procesamos. Con esto podemos evitar que nuestra ansiedad y nuestra angustia crezcan.
  • Centrarnos en el ahora. Cuando nos planteamos cosas que están fuera de nuestras esferas personales, entramos en territorio incierto y podemos alimentar nuestra ansiedad. El recurso de preguntarnos sobre el ahora, qué sí puedo hacer y qué sí puedo controlar, puede dar una sensación de dominio. “Ubicarnos en el tiempo real y en lo que sí podemos decidir nos cuida y evita que la incertidumbre crezca y haga estragos”, dice Natalia*.
  • Ser amables, compasivos y pacientes con nosotros mismos.
  • Practicar un hobby, un ejercicio o escuchar música.
  • Realizar técnicas de relajación o meditación. También se puede cultivar la vida espiritual.

Más consejos para hablar con hijos e hijas:

  • Identificar el momento del desarrollo en el que se encuentra su hijo o hija. La información tiene que ir adecuada al contexto, la edad, la capacidad de comprender del niño, niña o adolescente. “Si tengo un hijo pequeño, por supuesto que va a requerir de una mayor cantidad de cuidado en términos de cosas que hacer más que decir, y a medida que va creciendo la parte del lenguaje tiene más fuerza. Cada etapa tiene requerimientos específicos”, explica Saraiba.
  • Es clave preguntarles a sus hijos qué piensan y qué saben de lo que está pasando. A partir de lo que piensan y saben, pueden completar la información que falte, rectificar aquellas que tengan distorsiones o validar si la percepción que tienen es acertada.
  • No proporcionar volúmenes de información mucho mayores a los que el niño está requiriendo, sobre todo en términos de no generar mayor cantidad de angustia o malestar.
  • Abordar el contexto entendiendo que las manifestaciones y la conflictividad social pueden venir asociadas a riesgos para la integridad personal.

Dice Saraiba: “Pudiéramos tratar de no decir nada y crear una ficción de que todo está perfecto y de pronto a las puertas de nuestra casa se forma alguna manifestación o represión, y no estar preparado para entender que estos son escenarios posibles puede conducir a un mayor impacto emocional o situaciones de riesgo. A los niños hay que darles información, contención y prepararlos para situaciones difíciles teniendo en cuenta estas variables”.

*Nombres cambiados a solicitud de los entrevistados por motivos de seguridad. 

Redacción: Mariana Souquett.

Ilustración: Betania Díaz.

Nota original publicada en Historias Que Laten publicada con permiso del medio en Redsonadoras.com.

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La Red de Periodistas Venezolanas lanza su nueva imagen y sitio web en un evento emblemático

La Red de Periodistas Venezolanas (RDPV) celebró un evento presencial muy significativo para sus más de 260 miembras que trabajan en medios de comunicación locales, nacionales e internacionales, así como en oenegés y como comunicadoras independientes. En la sede de la Alianza Francesa en La Castellana, Caracas, se realizó la presentación de la nueva imagen de la Red y de su sitio web, Redsonadoras.com.

Transformando el periodismo venezolano

La RDPV nació para valorar y potenciar los saberes y las habilidades de sus integrantes, promoviendo la formación continua y el trabajo colaborativo. En el encuentro, se destacó la misión de la red: ser un terreno fértil donde florecen capacidades, ideas, proyectos y alianzas que aportan una perspectiva feminista y de género a la práctica periodística en Venezuela.

“Queremos transformar la práctica periodística y los medios de comunicación hacia una realidad más feminista, inclusiva y democrática“, dijeron. Asimismo, se reafirmaron que la visión de la red de garantizar que las periodistas venezolanas gocen plenamente de sus derechos humanos y ejerzan un periodismo feminista, libre e independiente.

Impacto significativo y proyectos transformadores

Hasta la fecha, la Red ha formado a más de 350 periodistas y comunicadores en temas de género y diversidad, ha otorgado 18 becas de producción periodística y mentorías, y publicó el primer informe sobre acoso sexual en el entorno de los medios y el periodismo en Venezuela. Su boletín informativo, “Buenas Juntas“, ya casi alcanza las 500 personas.

Entre los proyectos destacados, se mencionaron las capacitaciones en derechos sexuales y reproductivos, periodismo en contextos autoritarios y el abordaje de temas complejos como el aborto. Además, se mencionaron eventos como el bootcamp Género en foco“, el programa “Semillero Violeta“, y el más reciente: “Narrar Fronteras“. Todos estos eventos que han sido fundamentales para formar a periodistas y comunicadoras con una perspectiva de género.

Nuevo logo y rebranding

Con la presentación del nuevo logo de la Red de Periodistas Venezolanas se da inicio a una etapa de renovación y compromiso continuo con la calidad, inclusión y crecimiento. Este rebranding responde a la evolución interna de la red y a la necesidad de reflejar una identidad que vibra con las nuevas metas y valores de sus miembras.

Sostenibilidad y valoración del trabajo de cuidados

Uno de los aspectos centrales del evento fue el enfoque en la sostenibilidad de la red. Se resaltó la importancia de reconocer y pagar con justicia el trabajo de cuidados no remunerado que, históricamente, ha recaído sobre las mujeres.

La RDPV se compromete a buscar financiamiento sostenible y a rendir cuentas de manera transparente, con el objetivo de convertir el esfuerzo voluntario en uno remunerado, reconociendo así el valor inmenso del trabajo realizado por sus miembras.

Actualización de datos y fortalecimiento de la comunidad

Para seguir creciendo y fortaleciendo la comunidad, se lanzó un formulario de actualización de datos, obligatorio para todas las miembras actuales y abierto a nuevas integrantes. Este proceso busca entender mejor las necesidades y potencialidades de cada una, fortaleciendo los lazos de solidaridad y sororidad que caracterizan a la red.

Lanzamiento del sitio web Redsonadoras

El punto culminante del evento fue el lanzamiento del sitio web Redsonadoras.com. Este nuevo espacio digital es una plataforma para visibilizar y amplificar las voces de las mujeres y personas históricamente invisibilizadas.

Con secciones dedicadas a historias y reportajes, recursos y guías, proyectos e iniciativas, y eventos y noticias, Redsonadoras es la antesala al primer medio feminista venezolano, un espacio que refleja el compromiso de la red con un periodismo transformador.

Celebración y compromiso renovado

El encuentro presencial, que también fue seguido por la transmisión en vivo a través del canal en YouTube de la organización, concluyó con un brindis, celebrando los logros alcanzados y renovando el compromiso con la causa que une a la Red de Periodistas Venezolanas. Las miembras y aliadas presentes reafirmaron su determinación de seguir trabajando juntas por un periodismo más justo, inclusivo y feminista.

Activistas de organizaciones como el Observatorio LGBTIQ, Aya Contigo, periodistas de la iniciativa del semanario Entérate, compartieron durante la velada y mostraron apoyo a la red. Otros importantes aliados en esta velada fueron Franca, Bamvino y Ovejita, quienes brindaron sus valiosos apoyos para la realización del evento.

Para más información, visita Redsonadoras.com y sigue las redes sociales de la comunidad para estar al tanto de sus últimas novedades y proyectos.

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Informe sobre Acoso sexual contra periodistas en Venezuela

(Noviembre, 2021) A finales de abril de 2021, por primera vez en Venezuela, las heridas de la violencia sexual en las vidas de las mujeres se colaron en el debate público gracias al movimiento #YoSíTeCreo, un fenómeno similar al #MeToo estadounidense, que descubrió a través de las redes sociales la magnitud de un problema tan cotidiano como silente en un país donde persisten profundas brechas de género y una cultura permeada por el machismo.

Aunque el movimiento nos sacudió emocional y políticamente, no nos tomó por sorpresa. En octubre de 2020, las periodistas articuladas en la Red avizoramos la avalancha que tarde o temprano sacudiría el terreno de lo político y, sensibilizadas por las propias vivencias de muchas integrantes, decidimos elaborar una encuesta para medir la incidencia del acoso sexual contra las periodistas en el contexto laboral venezolano.

Este informe presenta los principales hallazgos dicha investigación, elaborada por la Red de Periodistas Venezolanas, en torno al acoso sexual contra las periodistas de medios de comunicación que operan en el país.

A pesar del nutrido acervo de investigaciones que existe sobre las vulneraciones de los derechos de quienes ejercemos la labor de prensa, esta es la primera vez que se estudia de forma específica la problemática de la violencia de género dentro del gremio venezolano.

Casi la mitad de las periodistas consultadas fue víctima de acoso sexual

De acuerdo a los resultados de la encuesta, que contó con la participación de 111 mujeres periodistas de todo el país (de diferentes edades, cargos y tipos de medios), un 45 % afirmó haber sufrido acoso sexual en el desempeño de su labor como periodista.

La investigación también refleja el ambiente hostil en el que se desempeñan las periodistas, así como la inacción, complicidad e indiferencia de las empresas periodísticas y del Estado frente a este flagelo, cuyas consecuencias trastocan sus vidas profesional y personal, causando en muchos casos que cambien su actitud, se inhiban de cubrir ciertas fuentes o pautas y hasta renuncien a sus puestos de trabajo.

A pesar de las limitaciones de esta investigación que es apenas exploratoria, esperamos que sirva como un primer acercamiento a la realidad que enfrentan las trabajadoras de la prensa en Venezuela y que incentive a las personas líderes de medios de comunicación a tomar las medidas respectivas para garantizar que sean espacios libres de sexismo, violencia y discriminación.

El informe está organizado de la siguiente manera: primero, la metodología utilizada para la realización de la encuesta; segundo, se explican los hallazgos principales y, por último, se ofrecen recomendaciones dirigidas a diferentes actores para atender esta problemática.

Lee el informe completo en nuestra sección Recursos dentro de Redsonadoras.com.

(Texto reproducido a partir de la nota de prensa originalmente publicada en la web de Medianálisis).

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La Red en Caracas: un encuentro significativo y amoroso

(Octubre, 2023) Miembras de la Red de Periodistas Venezolanas, coincidieron en el sector Los Palos Grandes, en Caracas, para un emocionante encuentro que nos unió en un ambiente lleno de sororidad, actividades edificantes y, por supuesto, tequeños y cervezas. 

Desde la residencia de Gaby Mesones Rojo, ver como se llenaba la sala de periodistas y comunicadoras fue emocionante. Escuchar que tenían tiempo sin verse, sin saludarse o que era esa la primera vez que se abrazaban en persona, fue también emotivo. 

Aunque más 200 mujeres formaban parte del registro de la Red para esta fecha, tener en vivo a dos decenas bastó para fortalecer esos lazos. Fue un encuentro espontáneo de la Red en Caracas. La idea de la juntada provino de una de las impulsoras de la red, María Laura Chang, quien luego de largos años fuera del país, regresaba fugazmente. Luego, junto a la equipa, se ideó un plan que además implicaba actividades manuales.

La palabra “Red” viene del latín rete, retis, que significa malla de hilo para pescar. El hilo fue también protagonista de este encuentro. Pasó a ser la herramienta usada por la facilitadora Mima Cortez en esa dinámica de entramados feministas. 

Una vez todas reunidas, María Laura narró su experiencia profesional en la charla titulada: “La importancia de estar en red“. Compartió cómo las redes han transformado su perspectiva del periodismo, fortaleciendo sus habilidades y conocimientos profesionales, hasta lograr darle un sentido a su trabajo. 

Además, la impulsora organizó una dinámica que fomentó la conexión entre las participantes presentes: mostrándoles cuán importante es seguir el trabajo de las otras.  Así se refleja que ser parte de una red significa apoyarse las unas con las otras. Para completar su mensaje, Chang distribuyó libretas y kits para el cuidado de la piel, destacando que no solo el trabajo es importante para las periodistas; también lo es el autocuidado.

Mima Cortez, diseñadora de la Red, fue la encargada de dirigir la dinámica “Acompañadas y abrazadas: bordemos juntas“. Antes de juntar a “La Red en Caracas”, la creativa pidió a las participantes que enviaran una fotografía de cuando eran niñas. Durante esta actividad, cada participante bordó con hilos de colores una imagen de su infancia. Este ejercicio no solo permitió que cada una reflexionara sobre su vulnerabilidad, sino que también brindó la oportunidad de sanar heridas con el arte, y hacerlo junto a otras, como red.

Este evento espontáneo concretó su objetivo al crear un espacio de (re)encuentro, acompañamiento, escucha y, sobre todo, amor. Desde el equipo impulsor de la Red de Periodistas Venezolanas agradecemos a todas las que asistieron y esperamos que esta experiencia refuerce aún más nuestros vínculos como mujeres y periodistas.

Periodismo Feminista - Semillero Violeta S2

El viaje de transformación de la práctica periodística hacia la utopía feminista

(Septiembre, 2023). El periodismo en Venezuela atraviesa una etapa de crisis. Las certezas que alguna vez nos ofreció el oficio, como esa idea de exponer “la verdad” y “la objetividad”, y el papel que desempeñaba como servicio público esencial para el sostenimiento de la democracia, se han debilitado. Pese a todo, los momentos de crisis pueden ser fértiles cuando se abren a la revisión crítica de ideas y prácticas. En este sentido, el feminismo puede ser el abono que el periodismo urgentemente necesita. 

Con el propósito de abonar a un futuro más democrático, justo y equitativo (es decir, alcanzar una utopía feminista), en este artículo resumo las discusiones llevadas a cabo en el taller “Cuestionamientos para transformar la práctica periodística hacia la utopía feminista”

Esta formación la compartimos en la segunda sesión del Semillero Violeta, una iniciativa de la Red de Periodistas Venezolanas (RDPV). Su propósito es sembrar capacidades y conocimientos que fortalezcan el ejercicio del periodismo en Venezuela desde una mirada feminista. 

¿Por qué queremos hacer periodismo feminista? 

El periodismo sigue siendo un bastión patriarcal. Esa realidad se evidencia cuando se utilizan términos arcaicos como “crimen pasional” para describir los femicidios. Los mismos que son cometidos por quienes han internalizado el sexismo y la misoginia. Aquellos quienes creen tener derecho sobre los cuerpos y las vidas de las mujeres, así como de las identidades feminizadas. 

Cuando los logros y las experticias de las mujeres en los deportes, las ciencias o las bellas artes ocupan apenas espacio y relevancia en las páginas de los periódicos es más notorio. Pero también cuando en las salas de redacción, las mujeres periodistas somos blanco de acoso, hostigamiento y sexismo. Básicamente, los medios, día tras día, exponen sus costuras patriarcales, revelando una estructura de poder profundamente desigual. 

Pese a su estatus actual, los medios tienen el potencial de subvertir ese papel. Con la perspectiva adecuada, pueden ser una herramienta para transformar el sistema en favor de la justicia y la democracia.

Para lograr esa perspectiva, entendiendo “perspectiva” como esa posición desde donde miramos el mundo, hay que asumir acuerdos básicos, fundamentalmente éticos, que refieren a modos del hacer y de habitar el mundo. La complejidad de estos acuerdos es que no están escritos en piedra. Por el contrario, nos exigen ser definidos, habitados y constantemente reformulados. 

Creemos que el feminismo, entendiéndolo como teoría, movimiento y praxis, nos proporciona un marco para darle sentido a estos acuerdos. Para nosotras, el feminismo implica movimiento colectivo que crea y es creado. Como ondas en el agua que agitan el status quo y se expanden con la fuerza de la anterior. 

Los medios no solo cuentan la realidad, también la construyen

El periodismo, como discurso cargado de autoridad pública, tiene un gran poder para moldear la forma en que las personas se perciben a sí mismas, interactúan con los demás y habitan sus propios cuerpos. Por ejemplo, el periodismo puede contribuir significativamente a lo que se considera “normal” o “anormal” en términos de género, sexualidad, raza, religión, entre otros aspectos. 

Por algo, el filósofo Michel Foucault argumentaba que “los discursos que llevan la autoridad pública dan forma a las identidades y regulan los cuerpos, los deseos, los individuos y las poblaciones”.

La perspectiva feminista nos ayuda a identificar y develar cuando los discursos están al servicio de la desigualdad y la discriminación. También nos motiva a denunciar los peligros que esos discursos suponen para ciertos grupos de la población. 

Conscientes del poder y la autoridad de los medios para dar forma a las vidas de las personas, como periodistas, no podemos subestimar nuestro impacto en las dinámicas de poder que hay allá fuera. 

Por eso, la perspectiva feminista es fundamental para ser más cuidadosas, más estratégicas, más conscientes, más responsables, más críticas, más audaces con nuestro discurso. Eso, inevitablemente, implica habitar la incomodidad del cuestionamiento constante de nuestros propios sesgos y privilegios. 

El periodismo feminista implica mucho más que repensar la noticia 

Detonar maneras más feministas de pensar nuestro oficio exige mucho más que repensar la agenda periodística para dar visibilidad a ciertos temas o voces. Es elementar cuestionar también las lógicas patriarcales y racistas que dan forma a los espacios, las estructuras y a las dinámicas donde hacemos periodismo. 

Si notamos que hacer periodismo feminista nos resulta fácil, entonces lo estamos haciendo mal. No puede ser fácil desmontar estas estructuras hechas de concreto que han sostenido por siglos las injusticias y las desigualdades. 

El periodismo feminista está situado en un contexto de dominación donde las relaciones de poder son fluidas. Implica preguntarnos dónde estoy posicionada en la jerarquía social y cómo eso influye en lo que comunico. 

A partir de esta revisión sobre dónde estamos situadas en el mundo, es necesario reflexionar sobre cómo nos relacionamos con la persona a la que estamos entrevistando, cómo nos atraviesa su realidad y dónde nos estamos situando en esta historia que queremos contar.

Contestar de manera honesta esas interrogantes a veces nos lleva a preguntarnos, asimismo, si somos las personas correctas para contar dichas historias

Vale la pena preguntarnos qué podemos hacer para transformar las lógicas explotadoras y extractivistas que marcan la relación periodista-fuente en el periodismo tradicional y hegemónico.

Este ejercicio nos permite descubrir y experimentar formas de cocrear y coeditar productos periodísticos con las personas y comunidades que han habitado históricamente en los márgenes de la sociedad. 

La exigencia de una mirada interseccional y política

El periodismo feminista interpela no solo el patriarcado, sino a todos los sistemas de opresión (racismo, clasismo, cisheterosexismo) que existen en la sociedad. Incluso cuando eso implica interpelar al propio feminismo.

Cuando el feminismo no se opone explícitamente al racismo, y cuando el antirracismo no incorpora la oposición al patriarcado, las políticas de raza y género a menudo terminan siendo antagónicas entre sí, y ambos intereses pierden. 

El periodismo feminista implica un posicionamiento político frente a las injusticias de género, raciales, de clase, basadas en la sexualidad o cualquier otro sistema de dominación. Es un periodismo militante. 

Ahora, ¿militar en el feminismo es el equivalente a militar en un partido político? Siendo el feminismo un movimiento social y político que denuncia las discriminaciones que sufren las mujeres, las personas racializadas y las disidencias sexuales en el ejercicio de los derechos humanos, el feminismo trasciende la militancia partidista

El periodismo feminista persigue la justicia social y la democracia bajo la premisa de que las mujeres, las personas racializadas y las disidencias sexuales somos personas y merecemos ser libres, ejercer a plenitud nuestros derechos y ciudadanía y vivir con dignidad. Este posicionamiento político no es neutral porque la “neutralidad” frente a un status quo desigual solo favorece al sistema que sostiene dichas desigualdades. 

Como dice Rita Segato en su libro La guerra contra las mujeres, “contar la realidad desde una perspectiva feminista ayudaría a entender no solo lo que está sucediendo con nosotras las mujeres y con todos los que se colocan en la posición femenina, disidente y contra del patriarcado, sino que también entenderíamos lo que está sucediendo en toda la sociedad”.

El periodismo feminista implica poner la mirada no solo en los problemas, sino también en las alternativas 

El periodismo feminista lucha por disputar sentidos y construir discursos colectivos como forma de resistencia. Pero, además de poner el foco en aquellas historias y realidades que han vivido hasta ahora en las sombras, necesitamos también amplificar las alternativas y las nuevas formas de imaginar el mundo. En esta tarea, el lenguaje es clave. 

Por ejemplo, no podemos ser lo que no vemos. Y si las niñas y las mujeres no tenemos en nuestro imaginario colectivo la posibilidad de que las mujeres podemos ser presidentas, astronautas, expertas en economía o bioquímica, será más difícil soñar en convertirse en ellas. Por eso, es necesario trabajar en el lenguaje para que nos represente a todas las personas. 

Reapropiarnos del lenguaje implica cuestionarnos el masculino genérico como forma de nombrar a todas las personas. Además de nombrar a las mujeres, es necesario también nombrar a las personas que no se reconocen en las categorías binarias de género/sexo y a veces eso implica usar más palabras, lo cual es cierto. 

A veces implica también repensar el modo en que nos nombramos. Sin embargo, es un esfuerzo fundamental y necesario. Por ejemplo, hablar de “mujeres y personas menstruantes”, en lugar de solo mujeres; o nombrar al “personal médico” en lugar de “los médicos”. 

En la tarea de construir futuros alternativos, nos corresponde también contar las historias de liberación tanto como las de opresión. Esta es una perspectiva esclarecedora sobre nuestro feminismo. No queremos solo denunciar la violencia, sino también seguir los procesos de liberación y agencia de las mujeres, las personas racializadas y las disidencias sexuales. 

Desde sus espacios, en el campo, en la ciudad, en el parlamento, en las escuelas, en las comunidades, en los lugares más insospechados, hay personas construyendo proyectos políticos feministas, aunque no lleven ese título. Se están tejiendo redes de solidaridad y lucha; se están fraguando formas autónomas de aglutinarse para alcanzar justicia, defender la tierra y proteger vidas. Y esas historias están ahí afuera, esperando a ser contadas. 

Esta fue la segunda sesión del Semillero Violeta para la RDPV, como parte de una serie de encuentros virtuales con panelistas feministas. Más expertas e innovadoras en distintas áreas comparten sus conocimientos y aprendizajes en eventos tanto abiertos al público como para integrantes de la Red. Puedes leer la nota sobre la primera sesión aquí y te invitamos a seguirnos en Instagram y Facebook.

Lecciones del Bootcamp Género en Foco

“Lecciones del Bootcamp Género en Foco”, una guía para potenciar el periodismo feminista e inclusivo

(Caracas, julio 2023). La Red de Periodistas Venezolanas lanzó la guía Lecciones del Bootcamp Género en Foco“, resultado de un evento presencial y virtual que reunió a destacadas periodistas, activistas y expertas de Venezuela y América Latina. 

“Esta guía representa un hito importante en nuestro continuo esfuerzo por promover el periodismo feminista y fomentar una práctica periodística más justa e igualitaria en nuestro país”, aseguró María Laura Chang, cofundadora de esta red que reúne a más de 180 periodistas que laboran en medios locales, nacionales e internacionales. 

Durante tres intensos y gratificantes días, se llevaron a cabo necesarias conversaciones sobre temas claves en el contexto periodístico contemporáneo. El feminismo, la fotografía, la interseccionalidad, el anti-racismo, los derechos sexuales y reproductivos, las luchas indígenas y ambientales, el autocuidado, la trata de personas y la violencia de género, entre otros, se abordaron por parte de diversas expertas y panelistas en un espacio de reflexión y aprendizaje.

Esta iniciativa, organizada por la Red de Periodistas Venezolanas, colectivo fundado en 2020, y promovida por Chevening Awards, a través del Chevening Alumni Programme Fund (CAPF), recibió además el apoyo de importantes aliados como Free Press Unlimited y Embajada de los Países Bajos en Caracas. 

“Reconocemos que aún queda mucho por hacer para lograr que el feminismo y los derechos humanos permeen todas las salas de redacción de nuestro país, pero estamos seguras de que esta guía será un recurso valioso para avanzar en esta dirección”, añadió Estefanía Reyes, cofundadora de la red y exbecaria Chevening. 

La guía “Lecciones del Bootcamp Género en Foco“, dirigida a periodistas, comunicadores y todas las personas interesadas en promover la igualdad de género en los medios de comunicación, pueden descargarla de forma gratuita aquí