(Julio, 2024). En la compleja tarea de cubrir las diversas realidades que se dan en las zonas fronterizas, quienes ejercen el periodismo enfrentan desafíos únicos. Es un terreno donde convergen historias de migración, crisis humanitarias y encuentros culturales que exigen un enfoque ético y una profunda empatía.
Estas reflexiones fueron parte de la ponencia que Eileen Truax, periodista mexicana especializada en temas migratorios, ofreció en la primera sesión de “Narrar Fronteras”, programa de formación y becas organizado por la Red de Periodistas Venezolanas (RDPV).
Enfatizar las similitudes y minimizar las diferencias
“Lo primero es entender quién es el otro, de dónde viene. Cuando descubrimos esas similitudes, (eso) es lo que nos permite construir juntos (las historias). Es responsabilidad del periodismo comprender lo que está ocurriendo, entender los fenómenos y luego explicarlos”, señaló en el encuentro virtual realizado el jueves 18 de julio.
Añadió que quienes quieran contar lo que sucede en las áreas limítrofes de los países, requieren de una amplia comprensión de las dinámicas sociopolíticas y económicas particulares de estos entornos. También de alta sensibilidad hacia los derechos humanos y de una voluntad inclinada a combatir prejuicios, así como acabar con los estereotipos que los mismos medios han contribuido a formar en el imaginario de la gente.
“Las narrativas periodísticas deben evitar enfocarse únicamente en la problematización, la criminalización y la victimización de los migrantes. Debemos buscar enfoques más equilibrados y humanos para contar sus historias. Hay un discurso político que viene en este sentido y el medio de comunicación tiende a repetir en lugar de cuestionar o confrontar esta narrativa”, apuntó la también profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, Cataluña.
Mencionó, como ejemplo, la importancia de desmontar la muy usada denominación de los “migrantes ilegales”. “No hay personas ilegales ni migrantes ilegales. Puedes migrar en una situación ilegal, pero el migrante no es ilegal, porque ninguna persona es ilegal”, precisó.
Las palabras importan al hablar de los migrantes
También expresó que la labor de cambiar los términos es parte de la tarea periodística y, por ello, somos nosotres quienes debemos ayudar a que las instituciones cambien los términos de sus discursos sobre temas migratorios. Es crucial para el periodista entender estas distinciones para contextualizar adecuadamente las historias que cubre.
Por esta razón, Truax recomienda emplear términos como “movilidad humana” para englobar las diversas razones por las cuales las personas se desplazan. Y recordar que los migrantes no son un problema, porque son los países de acogida los que tienen un problema de flujo fronterizo.
Tampoco son una amenaza comparable con desastres naturales, como “oleada”, “avalancha” o “desbordamiento”, como cuando se refieren a movilizaciones masivas en fronteras. La migración es un derecho; las razones para hacerlo son y han sido siempre muy variadas.
“Se migra para estudiar, porque ha habido un cambio climático, por razones médicas, por reunificación familiar. Y, por supuesto, se migra por amor”. Pero también se puede migrar por razones religiosas, de orientación sexual o por identidad de género, para huir de la violencia o para mejorar la situación económica.
Desafiar estereotipos para generar empatía
En este primer encuentro de “Narrar Fronteras”, moderado por la cofundadora de la RDPV, María Laura Chang, uno de los puntos más destacados por Truax fue la necesidad de desafiar los estereotipos negativos asociados con los migrantes. Por ejemplo, el estigma que busca vincularlos con el crimen organizado, y en su lugar, profundizar en las realidades complejas que enfrentan los migrantes en sus nuevos hogares.
Contar historias de éxito individual, como la destacada participación de migrantes o sus descendientes en eventos deportivos, en la escena cultural o comunitaria, ayuda a desafiar percepciones preconcebidas y fomentar una narrativa más inclusiva.
Asimismo es clave resaltar los aspectos más humanos de las personas que migran, para conectar más directamente con la audiencia. Entre ellos, sus roles como madres, padres, hijes, abuelas y abuelos; las profesiones u oficios que dejaron atrás, las formas en que celebran en sus culturas, todo suma para generar empatía, indicó la experta.
Para ayudar a desaparecer la línea que se traza entre “ellos” (los migrantes) y “nosotros” (los nativos del país de acogida), les periodistas debemos insistir en las redacciones de los medios que difundir historias donde la solidaridad, la alegría, el respeto a la ley y el amor, protagonizada por las personas que migran, son “newswhorthy”. Es decir, vale la pena publicarlas para ampliar la dimensión de lo que las audiencias conocen sobre ellas.
Contar el ciclo completo de la migración hace la diferencia
“Gabriel García Márquez siempre decía que el secreto de una buena historia es contar el cuento completo, no contar solamente un fragmento de las historias. A eso me refiero cuando digo que hay que contar el ciclo migratorio completo, no solamente el tránsito. Hay que contar por qué viene ese alguien, de dónde, cuáles son las motivaciones y las ilusiones que hacen que esa persona salga de su país”, refirió Truax.
En este sentido, recordó que además de la salida y el tránsito, para una persona migrante existen tres finales posibles: es detenida y deportada; muere o llega a su destino. “Pero cuando la persona llega y también cuando la persona es deportada la historia no ha terminado”, señaló.
Identificar las circunstancias en que se desarrolla su estadía en refugios, su proceso de estatus migratorio legal o su adaptación al nuevo lugar de residencia también vale la pena ser mostrado en una historia. “Para mí el mejor periodismo de migraciones es el que se hace a fuego lento”, afirmó y recomendó a los 40 asistentes a la sesión tomarse hasta seis meses o un año para hacer seguimiento a las historias que deban reportar con premura en un inicio.
Truax enfatizó que uno de los aspectos más invisibilizados en estas coberturas es la incidencia de las mujeres en la migración. “Muy rara vez pensamos en una mujer cuando se piensa en una persona migrante, aunque a nivel mundial, las mujeres representan el 48% de las personas que han migrado”, precisó.
Luego de culminar la ponencia de la experta invitada, María Laura Chang continuó con una sesión informativa sobre las postulaciones a las becas que forman parte de “Narrar Fronteras”, para aclarar las dudas de les participantes.
Puedes ver la sesión completa en nuestro canal de Youtube.